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Mozart: un amor para disfrutar.

In Uncategorized on agosto 6, 2014 at 10:58 pm

mozart_portrait2Wolfgang Amadeus Mozart
Voi avete un cor fedele, aria for soprano & orchestra, K. 217
Cecilia Bartoli
Nikolaus Harnoncourt
Concentus Musicus Wien

Voi avete un cor fidele

Mozart, el complaciente, con frecuencia escribía arias para insertarlas en óperas propias y ajenas, a petición de cantantes ensoberbecidas que querían más papel para ellas o menos para sus contrincantes musicales.
Algunas son hermosísimas.
Esta es una de ellas y es un aria añadida a una ópera bufa (originalmente se denominó drama giocoso lo que aporta mas rechifla al título), Le nozze di Dorinda ( Las Bodas de Dorinda), del veneciano Baldasare Galuppi que contó con un libreto nada menos que de Carlo Goldoni.
Es para soprano di coloratura y el texto anda dándole vueltas a lo siguiente: ella (Dorinda) dice: “Tienes un corazón fiel, como el de un amante apasionado. Pero… mi declarado esposo (y recalca esto de “declarado” con “rintintín” musical – Mozart es un maestro de los retintines bufos y sabía cómo repetir unas líneas de partitura para que fueran expresivas y tuvieran ese toque burlesco (giocoso en este caso)- ) ¿Qué harás? ¿Cambiarás? ¿Di, qué ocurrirá entonces? ¿Seguirás siéndome fiel?”
Es un tópico: el de la cortesana que va a pedirle dinero o joyas a su amante a cambio de sus favores (ya concedidos).
En la segunda parte la cosa se anima: Dorinda ataca con renovadas fuerzas: “No lo creo [que sigas siéndome fiel]. Ya puedo ver cómo me engañarás. No ahora. No por ahora… no voy de ti a fiar… Dime, dime… “declarado””.

Voi avete un cor fedele,
Come amante appassionato:
Ma mio sposo dichiarato,
Che farete? cangerete?
Dite, allora che sarà?
Manterrete fedeltà?
Ah! non credo.
Già prevedo,
Mi potreste corbellar.
Non ancora,
Non per ora,
Non mi vuò di voi fidar.

El tono de esta aria no es agresivo. Dorinda no se pone nerviosa. No se declara perdida para siempre ni coquetea con el suicidio como harán las heroínas románticas del XIX (todas sufren mucho y casi todas mueren como consecuencia de su comportamiento).
Me gustan más estas mujeres del XVIII galante: frescas, descaradas, lozanas, inteligentes y sin complejos, con grandes escotes y pequeños recónditos lunares. ¡Qué bien debieron conocerlas los libretistas: Goldoni y especialmente Lorenzo Da Ponte! ¡Qué forma tan alegre y desenfadada de entender el amor! Es un amor divertido, juguetón, fresco en todos los sentidos. Un amor sin los complejos y los sufrimientos del romanticismo. Un amor para disfrutar.

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